domingo, 15 de junio de 2008

Los viernes son un día raro

ACTO II

Dormitorio. Ella se mira al espejo de la cómoda con ropa de estar por casa.

ELLA.- No tuve dinero para la liposucción…, ni tan siquiera para hacerme un miserable botox en la comisura de los labios…, elegí el viernes equivocado y aquí estoy, viendo como las patas de gallo invaden mis ojos… ahora voy en metro, compro en las rebajas, hago números para llegar a fin de mes y lo que es peor… ¡Trabajo!... pero ¡quien me mandaría a mí perseguir un sueño, una ilusión, una fantasía adolescente!... ¡dejar a Antonio por este vendedor de sondas para fístulas! Dejar la comodidad de la visa oro por la estrechez de la de débito sin fondos.., ¡que hago yo trabajando en una funeraria enseñando catálogos de féretros y maquillajes para difuntos!... (se toca la cara con desesperación) ¡Ellos sí que tienen mejor aspecto que yo!..., ¡Mírate que pinta! Raíces en el pelo, patas de gallo, arrugas en la frente y, para colmo, seguro que es viernes… ¡ese maldito día tiene la culpa de todo!... si no hubiera vuelto, si no me hubiera quedado, si no hubiera dejado que me besara…, si no hubiera permitido que no se intentara suicidar nunca más ahora estaría en mi chalet en las afueras, disfrutando de mis hijas y pensando en que otra operación rejuvenecedora podría hacerme…, ¡y aparentaría 10 años menos!...

Pero no, me quedé con él y elegí un mal viernes… aunque, pensándolo bien, los viernes de mi vida nunca fueron buenos… ¡y él tan feliz! Vendiendo sus materiales quirúrgicos, escribiendo sus novelas y guardándolas en la cajas del trastero… ¡Tres tiene!, tres malditas obras que jamás publicará, tres malditas obras que hablan siempre de lo mismo, de los sueños, de las ilusiones, de la magia…, ¡no hay magia en la estrechez por Dios! ¡No hay magia en ver envejecer a la persona que amas! ¡Eso no es más que una ordinariez barata, una canallada sin nombre!...

(Se sienta en la cama) Las mujeres somos así…, basta que veamos escapar a alguien que nos interesa para que corramos tras él sin pensar en las malditas consecuencias…, si después de aquel beso él no me hubiera dicho que su ex había vuelto a parecer, yo no me habría quedado aquella noche…, le odié por dejar que volviera y no podía permitir que se hiciera fuerte en su vida. Yo era la que tenía que decir la última palabra y vaya si la dije: alta y clara. Tan clara y tan alta que lo debieron de oír en Formigal… (Se echa una carcajada)…, menuda cara se le quedó al pobre Antonio cuando le dije que estaba harta de su dinero, de su color gris de vida y de su mediocridad… le dije, Antonio, necesito vivir de colores, entre sueños, entra la alegría de hacer magia y la esperanza de materializar ilusiones.., se que no entendía nada y se lo tuve que explicar…, Antonio, tu no te intentas suicidar como él y sus viernes son más provechosos.., ¿ves? Hoy es viernes y te estoy dejando… ¿Te das cuenta de que tus viernes son de mierda y los suyos son solo días raros?... ¡No lo entendía! No entendía la pequeña sutileza entre vivir y sobrevivir, y no me gusta tener que seguir explicando las cosas… Antonio, le dije, ¿que crees que puede necesitar una mujer para ser feliz? Y ¿saben lo que me contestó?... ¿Un bono especial para una clínica reparadora?.. ¡Pero cómo se puede decir eso a una mujer que está en lo mejor de su vida!... además, ¡como se puede vivir con una persona que cuando ve que estás deprimida sólo se le ocurre llevarte a ver un musical! ¡Cómo si un musical fuera una dosis de seroxat! No preguntaba, no hablaba, no quería profundizar, ver, sólo quería verme guapa y feliz…, se conformaba con los viernes de suicidio, el resto de la semana trabajaba en el hospital y su consulta y no tenia tiempo para nada, llegaba a casa, me daba un beso, besaba a las niñas y cenábamos viendo la tele… ¡Eso si! De pantalla plana y último modelo, pero sin hablar…, los viernes ya sabíamos el plan que le obligaba a ser padre y marido durante 24 horas y todo era perfecto…, los sábados comidas con su familia, los domingos con la mía y el lunes vuelta a repetir… (suspira) no se si aquello era lo perfecto sin hablar o esto que vivo es lo perfecto hablando, porque es esa la diferencia… si él me ve deprimida me lleva de turismo por Madrid, como si fuéramos extranjeros, cogemos la cámara, nos ponemos las zapatillas y recorremos el Palacio Real, la Puerta de Sol, el Prado…, nos vamos, como él dice, a ver pedrolos (se ríe)…, me hace reír con sus gansadas de guiri, me enseña la parte de la ciudad más triste y la hace alegre…, me dice que escribe una novela para remover conciencias y enseñar miradas nuevas…, me hace protagonista de una historia que no tiene liposucciones pero que no acumula grasas.., trabajo, voy en metro, compro en rebajas pero se que cada noche me acuesto con el hombre más mágico del mundo y se que no seremos ricos pero nunca seremos pobres (se oye el ruido de una puerta al cerrarse)

EL.- (Desde fuera de escena)… cariño, ya estoy en casa.., ¿a que no sabes que?

ELLA.- No cielo…, no se qué

2 comentarios:

Patri dijo...

amos mami amossssssss

M. Cristina López Pérez dijo...

Bueno... bueno... desconocía la riqueza de este blog pero garantizo que lo seguiré si en un futuro necesito un monólogo ya sé a quién pedírselo.
Me encantan estas venas literarias.