jueves, 5 de junio de 2008

Los viernes son un día raro

ACTO I (continuación)

EL.- Muy graciosa, eres muy graciosa…, no tienes ni pizca de sensibilidad…, te crees que haciendo chistes lo solucionas todo, arreglas el mundo…, te has pensado que haciendo gracias hirientes la gente va a olvidar sus pesares y no te das cuenta de lo equivocada que estás…

ELLA.- Chico, que locuacidad…, como se nota que estás mejor…

EL.- No quiero más que morirme…

ELLA.- Como todos los viernes…, podrían ser los lunes, que no hay duda que son malos, o los domingos que tampoco es que se lleven el premio al mejor día de la semana…, pero no, son los viernes…

EL.- Eso no es cierto., lo viernes no son los días en los que quiero morirme…

ELLA.- Pero son en los que intentas matarte…

EL.- Yo no intentaba matarme…

ELLA.- Pues dime tú como se le llama a tomar 20 rivotriles…

EL.- Solo quería dormir…

ELLA.- ¿Con 20 rivotriles? ¡Pues sí que tienes tú el sueño ligero, amor!

EL.- Me tomé uno y no conciliaba el sueño…

ELLA.- Y claro, para ver si te dormías te tomaste los 19 restantes de un golpe…, desde luego dormido estabas, casi no te despiertas…

EL.- Pero me desperté y aquí sigo.

ELLA.- Viéndote la cara no se si darte la enhorabuena o acompañarte en el sentimiento.

EL.- ¡Vete a la mierda guapa!

ELLA.- No te enfades hombre, en siete días lo vuelves a intentar y ya está, igual tienes suerte y esa vez hasta lo consigues. El que la sigue…

EL.- El viernes que viene no haré nada de eso…, el viernes que viene me iré de viaje lejos de aquí y de tus sarcasmos…

ELLA.- No seas egoísta cariño, que aquí lo tenemos todo controlado. Mira, yo el viernes por la tarde lo tengo reservado para venir a visitarte, Antonio sabe que se tiene que quedar en casa con las nenas y darles de cenar, Julián, tu portero, tienen claro que entre las cuatro y media y las cinco tiene que subir a tu piso y darte la carta que previamente ha guardado para tener la excusa de subir a tu piso, Félix sabe que el sábado tiene que venir a sustituirme y Ana reserva el domingo para acompañarte a casa… Si te vas tendremos que cambiar todos nuestros planes.