domingo, 10 de noviembre de 2013

Miradas

Lo que miras y como lo miras define y delimita tu realidad. Son las miradas las que llenan de contenido tu día a día y terminan por ser las responsables de tus sentimientos, de tus pensamientos.... De tu vida.

Te enseñan a leer, a escribir..., te enseñan a sumar, a restar y a hacer cálculos infinitesimales. Pero no te enseñan a mirar. A mirar aprendes con los años, seleccionando, observando y cometiendo errores, muchos errores... Aprendes a mirar en silencio y en silencio descubres que significa lo mirado. 

Quien me conoce sabe que no creo en el amor. Alguna vez vengo con un ataque endocrino y se me escapa dos o tres ideas peregrinas que, en cuanto vuelvo a mirar, desaparecen. No creo en el amor. Cierto. Pero miro con los ojos del corazón y cuando miras con esos ojos todo tu universo se tambalea, te sacude y tienes dos opciones, o sales corriendo, o luchas. 

Decidí hace mucho tiempo que iba a luchar y, de una manera casi conscientemente inconsciente, iba buscando compañeros de viaje. Por prueba-error, muy científica la cosa, han ido entrando y saliendo gente de mi vida. Era sencillo. Muestras una imagen y preguntas que ves. De la respuesta siempre dependía si la persona se quedaba más allá de una etapa, de dos o llegaba al final del camino.

Cuando vas por la calle Serrano, popular calle madrileña, y lo que te devuelve la mirada son ofertas, rebajas y moda, pasando por alto los cada vez más "sin techo" que pueblan prácticamente cada esquina, ya me adelanta que esa persona no puede o no quiere ver más allá. Si es lo primero, tiene un problema. Si es lo segundo, el problema lo voy a tener yo.

Es cierto que me canso de ver injusticias. De personas que tienen que elegir entre tratar su enfermedad o dar de comer a su familia, de los que no han nacido con las mismas capacidades y se les quitan la capacidad de sobrevivir con dignidad. Me canso de ver desahucios, parados, y malos tratos. Me cansa profundamente ver como se destruye la adecuación para facilitar la permanencia de unos borregos que buscan en la violencia soluciones a problemas que ninguno de ellos ha creado. Me canso. Es cierto. Y es posible que por eso busque otras miradas más simples, más de capa. Y cuando me encuentro esas miradas, esas que no invitan a luchar, que sólo quieren mantener su "status quo", las que sólo aspiran a una compañía que disfracen esas soledades compartidas mostrándolas como si fuera amor.., cuando me las encuentro no puedo dejar de mirar su mirada y comprender que no es y que nunca será.

La mirada, esa que te devuelve la realidad por la que luchar, es la base de un amor que no se bien cómo sentir y del qué es mas fácil no creer. Seguiré mirando como siempre he mirado y para no parecer tan rara, como mucho, fingiré ver que no lo he visto... Como mucho.