viernes, 13 de junio de 2008

Los viernes son un día raro

ACTO I (continuación y 4)

ELLA.- Pondría la mano en el fuego.

EL.- ¡Quizás! Cuando seguro que fue viernes fue el día de tu boda…

ELLA.- Cierto, viernes por la tarde… También fue un viernes cuando nos conocimos…

EL.- Y cuando nos enrollamos por primera vez…

ELLA.- Y cuando nos dejamos…

EL.- Parece que el viernes nos persigue.

ELLA.- Si, va a ser que es verdad que es un día raro…

EL.- ¡Y tan raro! Las cosas importantes nos pasan en viernes…,

ELLA.- Viernes fue también cuando me pediste que me casara contigo…

EL.- El mismo viernes que me dijiste que no…

ELLA.- Entiéndelo cariño, no tenías futuro, ni dinero, solo tenías sueños e ilusiones… Antonio tenía trabajo, futuro y su familia…

EL.- Sí, es más como la tuya.

ELLA.- No era que no te quisiera, de eso no se trataba, solo que no me veía haciendo horas extras para pagarme la liposucción…

EL.- No necesitas liposucción…

ELLA.- Dame tres años y no solo será una liposucción…, estiramiento, mamoplastia…, el pack completo…, no podía ser, sin más.

EL.- ¡Vaya! Nunca pensé que fuera la cirugía estética la razón de nuestra ruptura

ELLA.- Estas equivocado, no es la cirugía sino lo que cuesta.., se necesita dinero para estar guapa y joven…, no lo entenderías.

EL.- Pues entonces serás feliz porque te puedes permitir el pack completo.
ELLA.- Eso es una tontería, ser feliz es un estado peregrino y efímero.., te hacen felices momentos, personas y durante poco tiempo…, y sí, cuando necesite el pack y pueda pagarlo seré feliz.

EL.- Ya, igual llevas razón… pero pensar eso es desazonador

ELLA.- Es real, es lógico…, es más lógico que pensar que vivir con alguien que te hace soñar pero que te deja envejecer te va a hacer feliz…

EL.- Eso no lo sabes, no sabes si envejecer con alguien te va a hacer feliz.

ELLA.- Cielo, las arrugas nunca te hacen feliz.

EL.- Las arrugas no son más que la evidencia del paso del tiempo, de ese tiempo que has pasado con la persona que te ha hecho solar y ser feliz. Las arrugas son bellas.

ELLA.- ¡Si hombre! ¡Como Adolfo Domínguez!

EL.- A mi no me importará que te aparezcan arrugas.

ELLA.- Pero a mí si, y es por eso también por lo que no me casé contigo… ¡Es terrible pensar que haya alguien a quien no le importe verme vieja!

EL.- Pero tu belleza es interior

ELLA.- Déjate en paz de tonterías…, será todo lo interior que tú quieras pero casi prefiero sacarla al exterior y compartirla con el resto del mundo. Es un gesto solidario que no quiero perder.

EL.- Ya

ELLA.- Bueno cielo, reconozco que lo estoy pasando bien, que el celador me pone de aquellas maneras y que la conversación ha sido muy interesante, da gusto hablar contigo pero me tengo que ir.

EL.- ¡Pero si es viernes de suicidio!

ELLA.- Ya cariño, pero es uno de esos viernes que no procede tentar a la suerte…, es mejor que me vaya, créeme… (Se va poniendo el abrigo, coge el bolso, le da un beso en la mejilla)

EL.- ¿Por?

ELLA.- Porque si me quedo esa noche igual dentro de tres años no me puedo permitir el pack completo o ni tan siquiera la liposucción.

(Ella se dirige a la puerta de la habitación)

EL.- Lástima que tu felicidad dependa de tu grasa corporal…
ELLA.- Nadie dijo que la vida fuera justa…

EL.- Cierto.

ELLA.- ¿Te veo el viernes que viene?

EL.- Si claro, el próximo viernes nos vemos…

ELLA.- Perfecto, hasta el viernes entonces cariño (sale y cierra la puerta)

EL.- Hasta el próximo viernes

FIN DEL PRIMER ACTO

jueves, 12 de junio de 2008

Los viernes son un día raro

ACTO I (continuación y 3)

ELLA.- ¿Yo? ¿Qué?

EL.- Pues que tú te enzarzas en discusiones sobre cosas que ya sabías, que mantienes en silencio cuando no hay viernes de sanatorio y que no quieres sacar a la luz. Os viene bien que me intente suicidar, os deja espacio para esconder vuestras mediocres vidas. ¡Menos mal que es en fin de semana! ¡Qué haríamos en días laborables! No podría ser, llevas tú razón, estamos demasiado ocupados en nuestra rutina de trabajo, con poco tiempo para pensar en lo que verdaderamente nos hace felices, así que nos viene bien que los viernes tengamos otra rutina para salir del paso…

ELLA.- ¿Me quieres decir que mi vida tiene sentido porque tu tienes ganas de morir los viernes?

EL.- Tu vida, no. Tu matrimonio sí.

ELLA.- ¡Acabáramos! Ahora resulta que mi matrimonio tiene sentido porque los viernes vengo a verte al hospital. Un poco jactancioso por tu parte, ¿no te parece?... Que sepas que estoy muy enamorada de Antonio…

EL.- ¡Pues claro! Por eso tienes fantasías sexuales hasta con Carmen de Mairena…

ELLA.- ¿Perdona? ¡Serás Cabrón!

EL.- ¡UY! ¿Te enfadas cariño? Pero ¿por qué?, no es tan malo tener fantasías aunque sea con la de Mairena…, bien vista tiene hasta su punto…, imagina que en vez de ser ella fuera tu suegra, eso sí que sería preocupante..

ELLA.- O que fueras tú, eso si que sería grave…

EL.- Conmigo tuviste algo más que fantasías…

ELLA.- Desde luego, contigo tuve pesadillas…

EL.- Pero fue porque te dejé…

ELLA.- No, guapo, las pesadillas fueron antes de dejarlo…, luego empecé a soñar… y no fuiste tú quien me dejó, fui yo quien te dejé por Antonio…

EL.- Pues claro, por eso tuvo que agachar la cabeza para no chocar los cuernos con el pórtico de la iglesia el día de vuestra boda…

ELLA.- Eso fue un desliz…

EL.- ¡Sí mujer!, un desliz que duró lo que tardaron en hacerte el vestido de novia y fue más de dos mes porque a la niña no le gustaban los cambios… o le gustaba demasiado el probador de la tienda…

ELLA.- (de repente se ríe) ¿Te acuerdas de aquel día en que la modista entró sin avisar y nos pilló casi en mitad del polvo?

EL.- (riéndose también) ¡Claro que me acuerdo! ¡Como olvidarme! Parece que sigo viendo su cara cuando me di la vuelta de un salto mientras tu te abrochabas la blusa, y no se me ocurrió otra cosa que decirle que te estaba tomando medidas para el sujetador (pone las manos con las palmas hacia fuera como si simulara coger una naranja).

ELLA.- ¡Qué cara puso!... Creo que ese día también fue viernes…

EL.- ¿Seguro?

lunes, 9 de junio de 2008

Los Viernes son un día raro

ACTO I (continuación y 2)

EL.- ¿Me quieres decir que vuestros fines de semana están diseñados en función de mis visitas al sanatorio? ¿Qué todos vosotros dedicáis vuestros viernes, sábados y domingos a estar conmigo en mis repentinos ataques de pánico existencial?

ELLA.- Bueno, se podría decir así pero no te confundas, no son repentinos, ya te he dicho que son todos los viernes…

EL.- ¿Y si no fueran los viernes? ¿Y si fueran los lunes o los miércoles?

ELLA.- Imposible cielo, esos días estamos todos muy ocupados. Ten en cuenta que trabajamos, llegamos tardísimo a casa.., incluso tú no tienes tiempo para estas cosas.

EL- Es increíble lo que estoy oyendo, ¿y que pasa entonces cuando no me entra el pánico?

ELLA.- Déjame que piense… ¿Cuándo fue el último viernes que no te suicidaste?

EL.- Ningún viernes me he suicidado, en todo caso me he intentado…, da igual, creo que el pasado.

ELLA.- No, el pasado te tomaste casi un litro de desinfectante… que ya te vale la peste a lejía que dejaste en tu casa y en la ambulancia

EL.- Pues el anterior

ELLA.- Tampoco, no tienes memoria, el anterior tuviste una sobredosis de biagra y casi te mueres del empalme, ¡tres días te duró! Ahí si que me preocupé, que yo recuerde, nunca necesitaste pastillitas para… bueno da igual.., quizás el anterior…, si, el anterior no tuvimos que venir

EL.- Cierto, fue el fin de semana que tuve que ir a un Congreso sobre sondas para fístulas en Colonia… ¿Y?

ELLA.- ¿Y? ¿Qué?

EL.- ¿Que qué pasó? ¿Qué va a ser?

ELLA.- Déjame pensar…, fue hace tres viernes.., ya recuerdo.., fueron unos días para olvidar.., Ana lo dejó con Ricardo.., no se qué de no sentirse ella misma…, Félix tuvo el accidente con la bici, claro, como nunca sale en bici pues casi se deja os dientes en el camino.., a tu portero casi le echan porque le vieron abriendo tu puerta cuando tu no estabas, al pobre se le olvidó que te habías marchado de viaje…

EL.- ¿Y a Antonio y a ti?

ELLA.- Tuvimos una bronca terrible por culpa de su madre.., siempre metiéndose donde no le llaman.., que si no tenemos horarios decentes para comidas y cenas…, que si cada uno hace lo que le da la gana en esa casa…

EL.- Pero siempre lo hace…, desde el primer día…

ELLA.- Pues ya ves tú que ese viernes tuvimos que darnos cuenta de lo bruja que es la suegra…

EL.- Ese viernes, el viernes que no estoy en el sanatorio…

ELLA.- Coincidencia…

EL.- ¿Habéis vuelto a discutir?

ELLA.- No

EL.- ¿Y Ana?

ELLA.- Volvió con Ricardo

EL.- Ya, se sentía ella misma otra vez, ¿no?... a Julián es obvio que no le echaron porque le veo todos los días y ¿Félix?

ELLA.- Pues se curó de las heridas y dejó la bici en el trastero, no creo que vuelva a montar…

EL.- No, mientras tenga que sustituirte los sábados…

ELLA.- ¿Adonde quieres llegar?

EL.- Pues que a todos os viene muy bien que se me quiten las ganas de vivir los viernes, os ocupa el tiempo muerto y dejáis vuestras miserias aparcadas. Ana deja de plantearse si es o no ella mismo con Ricardo, curiosamente no se da cuenta mientras sepa que los domingos me tiene que llevar a casa.., Félix se olvida de tener que rellenar con hobbies que no tiene el tiempo que no trabaja y, claro, evita accidentes indeseables…, de Julián no digo nada porque lo de sus viernes no es más que tus órdenes para que no sea el último viernes sino otro más… ¿Y tu?