martes, 21 de enero de 2014

Si cierras los ojos


Si cierras los ojos tiendes a ver lo que el corazón quiere que veas, lo que te muestra libre de miedos y pesadillas. Es el boceto que dibujas de lo que es posible que ocurra allí, donde todo puede ocurrir.

Si cierras los ojos puedes sentir las caricias debidas, las miradas olvidadas y las palabras que, al borde de los labios, se han quedado asustadas sin salir.

Si cierras los ojos te cubre un tenue manto de colores, que obvia el negro y deja paso al arcoíris de tu sonrisa. Así, sin voces que lo cubran ni gritos que lo espanten.

Si cierras los ojos todavía puedes verme y que te vea. Todavía es posible cogernos de la mano y salir corriendo, correr, escapar hacia donde, si cierras los ojos, nada ni nadie nos puede alcanzar.

Si cierras los ojos escuchas lo que la voz no es capaz de decir, atrapada entre pasados que no se van y futuros que no quieren llegar.

Si cierras los ojos nos encontramos. Así, sin más.